El rumor se convirtió en oficial, Pedro Jova volverá a dirigir Villa Clara, un equipo que en las dos últimas campañas ha tenido de sus peores actuaciones históricas y ahora se encomienda a un hombre que los llevó a tres campeonatos nacionales de manera consecutiva y dos subcampeonatos, fueron cinco finales en las que Jova estuvo inmerso.
El legado de Jova al frente de la nave naranja no ha podido ser igualado por ninguno de sus sucesores, desde su último título en la temporada 1994-1995, solo Ramón Moré pudo llevar a Villa Clara a un campeonato nacional, a las puertas quedaron Eduardo Martín, Víctor Mesa y Eduardo Paret.
En instancia de postemporada el balance de Pedro Jova fue de 34 victorias y 22 derrotas para un average de 607, frente a Santiago de Cuba siempre se llevó la victoria en cada uno de los enfrentamientos, en total sería cuatro y frente a Pinar del Río en tres enfrentamientos en dos, mostrarían la superioridad, su otra víctima fueron los holguineros en 1995, barridos en cuatro encuentros.
Eran los años de la llamada Naranja Mecánica, que nació en 1993 con el título ante Pinar del Río al derrotarlos en final 4-2, luego de haber terminado la etapa clasificatoria en la tercera posición con 42 victorias.
En la segunda campaña al frente de Villa Clara alcanzaría los 43 triunfos, igualando con Pinar del Río e Industriales, equipo que vencieron en la discusión del campeonato en siete desafíos.
Su último título sería nuevamente ante los pinareños al vencerlos 4-2, en los siguientes dos años los villaclareños volverían a la discusión del cetro nacional, pero en ninguna de ellas lograrían el campeonato, tras caer frente a Industriales y Pinar del Río, este por barrida en cuatro encuentros.
Las notables ausencias comenzaban hacer mella en un conjunto, que veía como concluía su dinastía dentro del béisbol cubano y de esa forma también, pero de una injusta manera, la carrera como manager de Jova al frente de Villa Clara, en esta función archivó en total 247 victorias y 164 derrotas para un promedio de 601.
Su más reciente experiencia dentro del béisbol cubano fue con el equipo de Guantánamo en el 2004, para la próxima campaña enfrentará un reto mucho mayor, regresar a uno de los grandes de la pelota cubana al lugar que le corresponde.