La Serie 60 del beisbol cubano ha sido una campaña totalmente atípica. Desde su congresillo técnico las novedades formaron parte del menú. La temporada constaría de 75 juegos, regresaban los cuartos de final y desde un comienzo los estadios carecerían de su alma: el público.
Para la postemporada se implementaría por primera vez en nuestros clásicos beisboleros el formato de burbuja, la selección de los refuerzos quedaría suprimida y las sedes serían neutrales en esta etapa decisiva.
En medio de un campeonato tan sui géneris, varios peloteros han logrado encumbrar sus nombres por el desempeño madero en ristre o desde la colina de los martirios. Algunos de ellos impusieron cuotas récords para temporadas de 75 partidos. Este tipo de estructura había sido implementada en Cuba en solo dos campañas anteriores a esta, durante las Series XXIII y XXIV de los años 1984 y 1985, aunque con una fragmentación de dos divisiones.
Lisbán Correa rompió vaticinios con un torneo de lujo luego de perderse más de la mitad de la campaña anterior por una sanción. El capitalino impuso marcas para este formato en carreras impulsadas y jonrones, al fletar 82 anotaciones para el home plate y despachar 28 bambinazos.
Con estos números rompió las anteriores cifras en poder del matancero Lázaro Junco, quien en la vigésimo cuarta Serie Nacional empujó 72 carreras y mandó 24 pelotas más allá de las cercas. Liderazgos que hacen de Correa un candidato de fuerza para integrar el próximo equipo Cuba.
El cienfueguero César Prieto fue otro que no se cansó de batear. La nueva pelota de procedencia italiana le vino como anillo al dedo y el ídolo de Simpatía impuso su clase. Dentro de la vorágine ofensiva del camarero sureño sobresale su producción de indiscutibles, líder del campeonato y nuevo recordista con 128, superando la anterior supremacía del villaclareño Amado Zamora, quien alcanzó 115 jits en la temporada XXIV.
Al propio Zamora le destrozó el récord de partidos consecutivos pegando incogibles, pues dejó la marca en 45 choques, estampa válida para cualquier estructura beisbolera. Aunque no supuso récord, César promedió average ofensivo de 403, cerca del 409 que mantiene el extraclase Omar Linares.
Un veterano de mil batallas y 21 Series Nacionales como Yunier Mendoza conectó 22 dobles para así quedarse con la hegemonía en este apartado, pues los anteriores recordistas eran Fernando Sánchez y Pedro Luis Rodríguez, ambos con 20 biangulares.
Frederich Cepeda, conocido por su paciencia en el cajón de bateo, registró 98 bases por bolas y de esa forma pulverizó la anterior marca de Antonio Muñoz. El Gigante del Escambray archivó 63 pasaportes gratis a la inicial durante la campaña de 1985.
Dennis Laza en temporada de resurrección lideró los dead ball con 18, mientras Dainier Gálvez (17), Javier Camero (14) y Yordanis Samón (13) también superaron la anterior cuota de 11 boletos por golpe del cienfueguero Adolfo Borrell.
Por otra parte, el indómito Santiago Torres fue el hombre que más veces anotó en la goma. Santiaguito pisó el home en 81 ocasiones para superar las 64 de Omar Linares, hasta entonces récord en Serie de 75 juegos. El camarero santiaguero logró además conectar 8 triples, cerca del tope que aun poseen Linares y Zamora con 9.
Entre los lanzadores fueron menos las hazañas pero los registros también resultaron interesantes. Mario Batista de Mayabeque lanzó en 46 partidos, de ellos 44 como relevistas y logrando estampar liderazgos en ambos apartados. Los cerradores David Mena y Yunior Tur fueron sendos cinchetes para sus equipos al salvar 14 choques cada uno, resultados que los colocan como recordistas en este formato, tras los 8 de Lázaro Azcuy en 1984.
El villaclareño Pablo Luis Guillén lideró la efectividad con 2.52 de promedio de carreras limpias cada nueve entradas, pero lejos del 1.17 de Manuel Álvarez en la XXIII Serie. Mientras Frank Madan tuvo su mejor torneo para acercarse a registros topes en juegos completados con 11, victorias con 13, lechadas con 5 y ponches con 109.
Lideran aún los juegos completos Alfonso Ilivanes, Luis Armenteros y Félix Núñez (este último repitió la proeza en par de ocasiones) con 15. En juegos ganados el récord lo tiene José Sánchez por sus 15 triunfos, en lechadas Rafael Collazo y Carlos Pérez archivan 6, y en estrucados Faustino Corrales logró 143.
Para la venidera contienda no se conoce con exactitud el formato que adquirirá la Serie cubana, sin embargo el Comisionado Nacional de la disciplina Ernesto Reynoso ha señalado que la intención es mantener o aumentar los 75 choques que se jugaron en esta campaña. De mantenerse la estructura, aún pudiéramos ver cómo siguen cayendo los récords.